Todo mi cuerpo ha hecho oficio
De echarte de menos.
Te echan de menos mis ojos,
Que no quieren más que mirarte,
Te anhelan mis manos,
Que sirven solo para agarrarte,
Te añora mi piel,
Que contra ti desea frotarse,
Te echa en falta mi nariz,
Quiere aplastarse contra tu frente,
Mis pies te echan de menos,
Buscando el abrazo de tus pies,
Está triste mi cuello,
Esperando tus dientes,
Y mi lengua se rebela y calla,
Ante la ausencia de tu boca,
Te quiere escuchar mi oído,
Reír, hablar, respirar, no es exigente,
Y mi sexo, cabizbajo,
Sueña con volver dentro de ti.