Aun cuando pareces quieta,
Te mueves, vibras,
Orbitando sin cesar.
Y ya cuando andas,
Caminas y dejas una estela,
Por todo el paseo marítimo:
Una carga eléctrica,
Una ráfaga de viento,
Con el barco-discoteca al fondo,
Con el agua supuestamente limpia,
Con el balneario fantasma,
Con las palmeras haciendo reverencias.
Al final será todo cuestión de átomos,
Mejor o peor dispuestos, o habrá otra cosa.
Puede que sea algo invisible,
Que es bello porque se mueve.